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Un periódico crucial de corta vida, 1889–90


Si las controversias en la Primera Internacional son el mejor contexto para un delineamiento de los temas que Malatesta compartía con la mayor parte de los anarquistas, el periódico L'Associazione ofrece la oportunidad de ilustrar los temas propios y distintivos de Malatesta, que, con frecuencia, se apartan significativamente del cliché anarquista. Como remarca Luigi Fabbri, fue desde 1889 que “el pensamiento de Malatesta adoptó ese carácter y direcciones cada vez más claros y más coherentes que constituyen un modo muy distinto de presentar e interpretar el anarquismo de aquellos comúnmente aceptados en el campo anarquista, especialmente fuera de Italia, y principalmente inspirados por las teorías de Bakunin y Kropotkin.”[1]
L'Associazione fue un periódico de corta vida. Tras los primeros tres números publicados en Niza, solo cuatro más aparecieron en Londres. En enero de 1890 la publicación fue suspendida debido a dificultades financieras, luego que uno de los editores, Giuseppe Cioci, huyó al continente con los fondos del periódico.[2]
A pesar de su corta vida, L'Associazione marcó un punto de inflexión. Malatesta había estado lejos de Europa por casi cinco años y había publicado casi nada durante cuatro años. Con la experiencia de la Internacional ahora ya pasada hace tiempo, el nuevo periódico de Malatesta fue una oportunidad para articular su perspectiva, ahora modificada, sobre el camino a la revolución. L'Associazione fue solo un comienzo. A lo largo de la década de 1890 las tácticas de Malatesta siguieron evolucionando, a menudo con giros dramáticos. Sin embargo, L'Associazione fue el punto crítico en el que Malatesta introdujo, a veces discretamente, las ideas teóricas que fueron las piedras angulares de toda su evolución siguiente.
Las visiones innovadoras de Malatesta se ocupaban de tales temas como el pluralismo de modelos para la sociedad anarquista, de el anarquismo como método en vez de como búsqueda de un anteproyecto específico, de el rol de la solidaridad como una disposición anarquista, y de la relación entre la minorías conscientes y las masas. Se puede evaluar en plenitud la relevancia y la fertilidad de dichas ideas en retrospectiva, a la luz de su desarrollo teórico de más de tres décadas después. Se discuten mejor aquí, sin embargo, pues rastrear su fuente en los artículos de L'Associazione sienta las bases para comprender la  evolución posterior de Malatesta.
Un argumento similar sirve para las tácticas de Malatesta. La flexibilidad y el pragmatismo que las caracterizaban pueden ser mejor apreciados al observar su evolución en el tiempo. Sin embargo se basaban en un conjunto de principios coherentes. Dado que estos principios proceden de la visión de Malatesta sobre las minorías conscientes y las masas, son por ello introducidos mejor en conexión con ese tema. La forma concreta que adoptaron aquellos principios será ilustrada más adelante a lo largo de los siguientes capítulos.
Finalmente, en el corazón de la reformulación del anarquismo de Malatesta hubo un giro metodológico respecto a la relación entre individuos y totalidades sociales. Esto tuvo implicancias generalizadas y de largo plazo en su apreciación de la acción colectiva. Al presentar el cimiento metodológico   común de las ideas innovadoras de Malatesta se revela su unidad e interdependencia conceptual.


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[1] Luigi Fabbri, Malatesta: L'uomo e il pensiero (Naples: RL, 1951; reimpresión, Catania: Edizioni Anarchismo, 1979), 8.
[2] Luigi Fabbri, Vida de Malatesta, 127.