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Una
'Rareza Anarquista' Reaparece,
1889
En
el retorno de Malatesta a Europa en 1889 puede uno ver
paradigmáticamente reflejados varios
asuntos que en general han aproblemado a la historiografía del
anarquismo como movimiento. Cuando Max Nettlau conoce a Malatesta por
primera vez aquel año, describe así el encuentro: 'Ahí
mismo, pues, tenía finalmente ante mis ojos, en carne y hueso, una
de las más notables rarezas anarquistas, el desaparecido
Malatesta'.1
La percepción de la estadía de Malatesta en Sudamérica como una
'desaparición' y de su retorno a Europa como una 'reaparición' es
común en los relatos estándar, reflejando una tendencia
generalizada a describir la historia del anarquismo italiano como
siguiendo un patrón cíclico de apariciones y desapariciones.
Además, las decisiones y los movimientos de Malatesta, como sus
cambios de residencia, muchas veces parecen tener un carácter casual
en sus biografías, dando una imagen del anarquismo como a merced de
los eventos.
Al
mismo tiempo, un relato más completo revela circunstancias que
ilustran mejor cómo funcionaba el movimiento anarquista italiano,
disipando así imágenes estereotipadas. El retorno de Malatesta a
Europa, el establecimiento de L'Associazione
en Niza, y su siguiente cambio a Londres ilustran un patrón
recurrente de la organización transnacional, que involucró cinco
países en el espacio de un año: Argentina, España, Francia,
Italia, e Inglaterra. La reconstrucción de la vida de Malatesta
durante ese período breve de tiempo nos ofrece una introducción a
temas clave de esta obra, ilustrar con ejemplos el típico modo de
operación del anarquismo italiano durante la década siguiente.
1
Nettlau, Vida de un
anarquista, 146-7.